APOCALIPSIS Y REFLEXIÓN
Mis breves palabras de hoy
comienzan mi ciclo radial de 2013 en medio de un ambiente de aguda crisis, no
sólo económica e ideológica, sino de valores fundamentales.
Como ya comprobamos, el
pasado viernes 21 de diciembre no se acabó este caótico y decadente mundo, aunque
se acumularan las predicciones catastrofistas que proponían diversas maneras de
Apocalipsis a gusto del consumidor.
Como un imprevisible
planeta decidido a estrellarse contra nuestras incertidumbres cotidianas; la
posibilidad de tres días de absoluta e incómoda oscuridad; la invasión de
extraterrestres, zombis o cualquier otro tipo de personajes poco dados al
diálogo o la conciliación; la aparición de simbólicas señales de origen divino,
anunciando la proximidad de juicios sumarísimos para poner en orden culpas y
pecados, o la bienhechora llegada de oportunas energías espaciales dispuestas a
barrer toda la mentira, la corrupción e hipocresía que nos asfixia.
Todo esto y mucho más
iluminado por millones de indiferentes bombillas navideñas enroscadas en falsos
abetos, al arrullo infatigable de los villancicos de siempre. Porque era época de turrones y ternuras, de
comilonas y obligada solidaridad, de disputadas reuniones familiares, de
propósitos olvidables y de amor y alegría por decreto.
Y yo pienso que para que
no nos atropelle ningún planeta ni nos devoren los zombis ni nos borre del
mundo cualquier otra hecatombe anunciada, deberíamos guardar silencio, apaciguar
tanto barullo inútil y reflexionar acerca de lo que cada uno de nosotros puede
cambiar, puede aportar para transformar el vacío existencial y el grave caos
que nos rodea.
Sería la mejor manera de
ser creyentes, agnósticos o ateos, de izquierda, de centro o de derecha; la
mejor manera de construir un futuro diferente para todos, realmente para todos;
la mejor demostración de solidaridad, la mejor manera de dar, la mejor manera
de amar.
Para lograrlo deberíamos
intentar un profundo análisis de nuestras conductas cotidianas, de nuestras
responsabilidades y compromisos no siempre cumplidos, de nuestras relaciones con
la vida y los sentimientos, de nuestras prioridades, de nuestros pensamientos y palabras, de nuestras ambiciones y
reales necesidades.
Y tomar plena conciencia
de que los otros también existen y son tan importantes como nosotros, con las
mismas necesidades básicas, las mismas expectativas fundamentales, el mismo
desconcierto ante la vida y la muerte.
Sería la gran ocasión de
que cada uno se mire, se observe, evitando el ombliguismo y los autoengaños
habituales, con sentido crítico, evaluándose para hallar respuestas que
conduzcan al cambio que todos necesitamos con urgencia.
¿Que es una empresa
demasiado difícil? Todo es cuestión de comenzar,
de intentar el cambio, lentamente al principio, con mayor decisión después, con
mucha valentía y sin miedo siempre.
La vida no se debería
expresar mediante el ruido que hacemos sino a través de nuestra evolución
interior, personal, íntima e intransferible.
Así, la transformación y
la evolución del ser humano serían posibles y el esencial propósito de “amarnos los unos a los otros” una realidad,
cada uno de todos los días del año.
En relación a lo que acabo
de expresar he decidido, a partir de este programa, destacar brevemente a las
personas que en cualquier lugar del mundo trabajan por el cambio y nos ofrecen
su voluntad y su esfuerzo para conseguir un mundo mejor. Ellos son un ejemplo
de que se puede construir una sociedad distinta, menos egoísta, menos
indiferente, menos materialista, más sensible y creativa.
José Antonio Abreu
El personaje de hoy se
llama JOSÉ ANTONIO ABREU, nace en Venezuela en 1939, fue profesor universitario
de Economía, Diputado Nacional, Ministro de Cultura, y es sobre todo compositor
y profesor de música, organista, director de orquesta y fundador de la Orquesta
Sinfónica Simón Bolívar y en especial de la Orquesta Sinfónica de la Juventud
Venezolana Simón Bolívar y del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles, Juveniles
y Coros de Venezuela que ha impartido e imparte educación musical a 250.000
niños y adolescentes desfavorecidos económicamente, que participan en 200
orquestas creadas por el Sistema en todo el territorio venezolano.
Orquesta Sinfónica de la Juventud
Venezolana Simón Bolívar
El Sistema, creado por
José Antonio Abreu a partir de l975, se rige por el principio de que la música
es un medio irremplazable para unir a las personas y puede servir para rescatar
de la calle a la niñez y la juventud, evitando la droga y la delincuencia, para
que dediquen sus horas libres a aprender valores que no encuentran en casa, en
la calle o en la televisión, para apreciar el trabajo en equipo, la solidaridad
y el esfuerzo personal.
La Orquesta Sinfónica de
la Juventud Venezolana Simón Bolívar, compuesta por músicos de entre 14 y 26
años, actúa en las principales salas de concierto de todo el mundo, donde es
reconocida y admirada. Además, el sistema
se ha adoptado en varios países de América.
Les he hablado del
venezolano José Antonio Abreu, un hombre que ha aportado su imaginación y su
esfuerzo a la sociedad. Un hombre comprometido con el cambio que todos
necesitamos para crear un mundo mejor.
Las poesías de hoy son de
OCTAVIO PAZ y JACQUES PRÉVERT, y con ellas completo mi selección de lo mucho
leído en este programa.
Octavio Paz
Comienzo con OCTAVIO PAZ (México,
1914-1998), notable poeta, novelista y ensayista que recibió el Premio Nobel de
Literatura en 1990:
Soy
hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
LA CALLE
Es una calle larga y
silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.
DOS CUERPOS
Dos cuerpos frente a
frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
AQUÍ
Mis pasos en esta calle
resuenan
en otra calle
donde
oigo mis pasos
pasar en esta calle
donde
sólo es real la niebla.
TOCA MI PIEL, DE BARRO, DE
DIAMANTE...
Toca mi piel, de barro, de
diamante,
oye mi voz en fuentes subterráneas,
mira mi boca en esa lluvia oscura,
mi sexo en esa brusca sacudida
con que desnuda el aire los jardines.
oye mi voz en fuentes subterráneas,
mira mi boca en esa lluvia oscura,
mi sexo en esa brusca sacudida
con que desnuda el aire los jardines.
Toca tu desnudez en la del
agua,
desnúdate de ti, llueve en ti misma,
mira tus piernas como dos arroyos,
mira tu cuerpo como un largo río,
son dos islas gemelas tus dos pechos,
en la noche tu sexo es una estrella,
alba, luz rosa entre dos mundos ciegos,
mar profundo que duerme entre dos mares.
desnúdate de ti, llueve en ti misma,
mira tus piernas como dos arroyos,
mira tu cuerpo como un largo río,
son dos islas gemelas tus dos pechos,
en la noche tu sexo es una estrella,
alba, luz rosa entre dos mundos ciegos,
mar profundo que duerme entre dos mares.
Mira el poder del mundo:
reconócete ya, al reconocerme.
reconócete ya, al reconocerme.
CERTEZA
Si es real la luz blanca
de esta lámpara, real
la mano que escribe, ¿son reales
los ojos que miran lo
escrito?
De una palabra a la otra
lo que digo se desvanece.
Yo sé que estoy vivo
entre dos paréntesis.
NUEVO ROSTRO
La noche borra noches en
tu rostro,
derrama aceites en tus secos párpados,
quema en tu frente el pensamiento
y atrás del pensamiento la memoria.
derrama aceites en tus secos párpados,
quema en tu frente el pensamiento
y atrás del pensamiento la memoria.
Entre las sombras que te anegan
otro rostro amanece.
Y siento que a mi lado
no eres tú la que duerme,
sino la niña aquella que fuiste
y que esperaba sólo que durmieras
para volver y conocerme.
otro rostro amanece.
Y siento que a mi lado
no eres tú la que duerme,
sino la niña aquella que fuiste
y que esperaba sólo que durmieras
para volver y conocerme.
EL OTRO
Se inventó una cara.
Detrás de ella
vivió, murió y resucitó
muchas veces.
Su cara
hoy tiene las arrugas de
esa cara.
Sus arrugas no tienen
cara.
Jacques Prévert
Continúo leyendo, ahora,
las poesías de JACQUES PRÉVERT (Francia, 1900/1977), autor algo surrealista,
muy irónico, crítico y profundamente cálido y lírico:
ESTE AMOR
Este amor
Tan violento
Tan frágil
Tan tierno
Tan desesperado
Este amor
Bello como el día
Y malo como el tiempo
Cuando hace mal tiempo
Este amor tan verdadero
Este amor tan hermoso
Tan feliz
Tan alegre
Y tan irrisorio
Temblando de miedo como un
niño en la oscuridad
Y tan seguro de sí mismo
Como un hombre tranquilo
en medio de la noche
Este amor que daba miedo a
los otros
Que los hacía hablar
Que los hacía palidecer
Este amor acechado
Porque lo acechábamos
Acosado herido pisoteado
rematado negado olvidado
Porque lo acosamos herimos
pisoteamos rematamos negamos olvidamos
Este amor íntegro
Tan vivo aún
Y soleado
Es el tuyo
Es el mío
Ese que ha sido
Ese algo siempre nuevo
Y que no ha cambiado
Tan verdadero como una
planta
Tan tembloroso como un
pájaro
Tan cálido tan vivo como el
verano
Juntos podemos los dos
Ir y venir
Podemos olvidar
Y después volvernos a
dormir
Despertarnos envejecer
sufrir
Volvernos a dormir
Soñar con la muerte
Despertarnos sonreír y
reír
Y rejuvenecer
Nuestro amor sigue allí
Empecinado como un borrico
Vivo como el deseo
Cruel como la memoria
Ridículo como los
arrepentimientos
Tierno como los recuerdos
Frío como el mármol
Hermoso como el día
Frágil como un niño
Nuestro amor nos mira
sonriendo
Nos habla sin decir nada
Y yo lo escucho tembloroso
Y grito
Grito por ti
Grito por mí
Te suplico
Por ti por mí por todos
los que se aman
Y los que se han amado
Sí le grito
Por ti por mí y por todos
los demás
Que no conozco
Quédate
Allí donde estas
Dónde estabas antes
Quédate
No te muevas
No te vayas
Nosotros los que somos
amados
Te hemos olvidado
Pero tú no nos olvides
Sólo te teníamos a ti
sobre la tierra
No dejes que nos volvamos
fríos
Aunque sea cada vez desde
más lejos
Y desde donde sea
Danos señales de vida
Mucho más tarde desde el
rincón de un bosque
En la selva de la memoria
Surgiendo de repente
Tiéndenos la mano
Y sálvanos.
ARENAS
MOVEDIZAS
Demonios y maravillas
Vientos y mareas
A lo lejos ya el mar se ha retirado
Y tú
Como un alga dulcemente acariciada por el viento
En las arenas del viento te agitas entre sueños
Demonios y maravillas
Vientos y mareas
A lo lejos ya el mar se ha retirado
Pero en tus ojos entreabiertos
Han quedado dos pequeñas olas
Demonios y maravillas
Vientos y mareas
Dos pequeñas olas para ahogarme.
Vientos y mareas
A lo lejos ya el mar se ha retirado
Y tú
Como un alga dulcemente acariciada por el viento
En las arenas del viento te agitas entre sueños
Demonios y maravillas
Vientos y mareas
A lo lejos ya el mar se ha retirado
Pero en tus ojos entreabiertos
Han quedado dos pequeñas olas
Demonios y maravillas
Vientos y mareas
Dos pequeñas olas para ahogarme.
PRIMER DÍA
Sábanas blancas en un ropero
Sábanas rojas en un lecho
Un niño en la madre
El padre en el pasillo
El pasillo en la casa
La casa en la ciudad
La ciudad en la noche
La muerte en un grito
Y el niño en la vida.
PARA TI MI AMOR
He ido al mercado de pájaros
Y he comprado pájaros
Para ti
mi amor.
He ido al mercado de flores
Y he comprado flores
Para ti
mi amor.
He ido al mercado de chatarra
Y he comprado cadenas
Y he comprado cadenas
Pesadas cadenas
Para ti
mi amor.
mi amor.
Y después he ido al mercado de esclavos
Y te he buscado
Pero no te he encontrado
mi amor.
"Para tí mi amor" - Rubén Pecorari - lápiz acuarelable sobre papel.
PARA HACER EL RETRATO
DE UN PÁJARO
Pintar primero la
jaula
con la puerta abierta
pintar después
algo gracioso
algo simple
algo hermoso
algo útil
para el pájaro
apoyar después la
tela contra un árbol
en un jardín
en un montecillo
o en un bosque
esconderse tras el
árbol
sin decir palabra
sin moverse…
A veces el pájaro
aparece al instante
pero a veces puede
tardar años
antes de decidirse
No desalentarse
esperar
esperar si es
necesario durante años
la prontitud o la
demora en la llegada del pájaro
no guarda relación
con la calidad del
cuadro
Cuando el pájaro
aparece
si aparece
observar el más
profundo silencio
aguardar a que el
pájaro entre en la jaula
y una vez que haya
entrado
cerrar suavemente la
puerta con el pincel
después
borrar de uno en uno
todos los barrotes
con cuidado de no
rozar siquiera las plumas del pájaro
Reproducir después el
árbol
cuya más bella rama
se reservará
para el pájaro
pintar también el
verde follaje y la frescura del viento
el polvillo del sol
y el zumbido de los
bichos de la hierba en el calor
del verano
y después esperar que
el pájaro se decida a cantar
Si el pájaro no canta
mala señal
señal de que el
cuadro es malo
pero si canta es
buena señal
señal de que podéis
firmar
Entonces arrancadle
suavemente
una pluma al pájaro
y poned vuestro
nombre en un ángulo del cuadro.
EL
JARDÍN
Millares
y millares de años
No
serían suficientes
Para
expresar
Ese
pequeño segundo de eternidad
En
el que me besaste
En
el que te besé
Una
mañana a la luz del invierno
En
el parque Montsouris de París
En
París
Sobre
la tierra
La
tierra que es un astro.
CANCIÓN
Qué
día somos
Somos
todos los días
Mi
amiga
Somos
toda la vida
Mi
amor
Nos
amamos y vivimos
Vivimos
y nos amamos
Y
no sabemos qué es la vida
Y
no sabemos qué es el día
Y
no sabemos qué es el amor.
DESAYUNO
Él ha puesto el café
En la taza
Él ha puesto la leche
En la taza de café
Él ha puesto el azúcar
En el café con leche
Con la cucharilla
Él lo ha revuelto
Él ha bebido el café con leche
Y él ha apoyado la taza
Sin hablarme
Él ha encendido
Un cigarrillo
Él ha hecho círculos
Con el humo
Él ha puesto las cenizas
En el cenicero
Sin hablarme
Sin mirarme
Él se ha levantado
Él se ha puesto
Su sombrero sobre su cabeza
Él se ha puesto
Su gabardina
Porque llueve
Y él ha partido
Bajo la lluvia
Sin una palabra
Sin mirarme
Y yo he tomado
Mi cabeza con mi mano
Y he llorado.
"Desayuno " - Rubén Pecorari - óleo sobre lienzo.
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