CRÍTICA Y AUTOCRÍTICA
Mis breves palabras de hoy
quieren destacar la importancia de dos conceptos que suelen incomodar a mucha
gente: crítica y autocrítica. Y yo sé, por mi experiencia en la enseñanza, que
la incomodidad que provocan estas palabras es consecuencia de una mala
interpretación, cuando se confunde criticar con “hablar mal de alguien o de
algo”, siendo que una crítica no tiene por qué ser negativa sino todo lo
contrario, constructiva.
De manera que crítica no
debe asociarse con descalificación, que es una forma absolutamente inútil de
opinión pues no aporta nada y sólo denota falta de recursos para transmitir un
parecer que, en todo caso, siempre tenderá a ser subjetivo por ser personal,
aunque nunca debería ser ofensivo.
Cuando opinamos acerca de
cualquier expresión artística (música, pintura, teatro, cine o literatura)
podemos aportar nuestros puntos de vista críticos para destacar ciertos
aspectos y no estar de acuerdo con otros, sin que esto implique una agresión
hacia nadie.
Lo natural sería que esas
opiniones críticas sirviesen para reflexionar, para que, por ejemplo, el autor
de una escultura pudiese evaluar si lo que ha querido expresar llega de modo
efectivo al espectador, si ha logrado interesarlo, si lo ha conmovido o
inquietado o si le ha resultado indiferente. Así, estas opiniones críticas
pueden ser esclarecedoras y ricas en aportes, nunca despectivas ni
desmoralizantes. De modo que, bienvenida sea la crítica constructiva.
Con respecto a la
autocrítica la exigencia es mayor, pues
es imprescindible superar el egocentrismo, la soberbia, la vanidad, el
empecinamiento y la cerrazón personal para ver realmente con claridad los
defectos y virtudes de lo que realizamos. Conseguirlo significa poder evaluar,
comprender y modificar. Utilizar mejor los recursos personales por las vías más
apropiadas. No conformarse con fórmulas supuestamente efectivas y seguras. No
repetirse, tener la mente abierta para encontrar nuevos enfoques y perspectivas
más amplias. Ser más lúcido, más humilde. Utilizar mejor la inteligencia.
Y no sé cómo debe ser el
proceso: si aprender a conocerse para saber autocriticarse o autocriticarse
para llegar a conocerse. Tal vez, la combinación de ambos procedimientos sea lo
ideal.
Aunque lo verdaderamente
ideal es tener la enorme suerte de contar con seres queridos, auténticos amigos
dispuestos a enriquecernos con su opinión crítica. Contar con ellos es
invalorable. Por supuesto, hay quien
prefiere la adulación fácil y cómoda, el comentario no comprometido y la
simulación de lo evidente. Ya se sabe que en cuestión de preferencias y
opciones todo es posible. Yo reivindico el sentido crítico como una virtud a
cultivar. Una sociedad con un sentido crítico constructivo y una autocrítica eficaz
es más poderosa y tiene mayor capacidad para transformarse y evolucionar. Intentémoslo
individualmente, y uno más otro más otra seremos muchos dispuestos a producir
el cambio que todos necesitamos para crear un mundo mejor.
Pero hoy no voy a destacar
la obra positiva de nadie en especial, como es habitual en este espacio. Hoy
voy a destacar una noticia negativa, muy negativa, que se daba a conocer en la
prensa y demás medios informativos el pasado 10 de mayo: “el nivel de dióxido
de carbono, el gas que más contribuye al calentamiento global, ha alcanzado
niveles nunca conocidos, lo que significa que los esfuerzos para controlar las
emisiones provocadas por la actividad humana han fracasado”.
Conclusión: las
consecuencias de esta contaminación en el cambio climático las sufriremos
todos, de cualquier condición social y en cualquier lugar del planeta.
Pero ¿se han llevado a
cabo, realmente, los esfuerzos suficientes para evitar un catastrófico cambio
climático, o los intereses económicos de siempre y la falta de conciencia de la
mayoría lo han impedido? ¿Vamos a
aceptar con indiferencia que se destruya el equilibrio atmosférico que permite
la existencia de vida en el planeta tal como la hemos conocido durante
milenios?
La noticia se ha difundido
y punto. Seguramente la mayoría la ha olvidado. No he escuchado comentarios
críticos ni creo que haya cundido la alarma. Las conferencias internacionales
no han logrado sus objetivos, la humanidad toda tampoco. Seguramente los
intereses económicos predominantes sí han logrado sus objetivos.
Josefa Parra
Las poesías de hoy son de
JOSEFA PARRA, gaditana, nacida en Jerez de la Frontera en 1965.
DEL TACTO
Acércate despacio a mis
dominios;
que tus dedos tanteen el espacio
ciegamente, la oscuridad que envuelve
mi cuerpo; que construyan un camino
y lleguen hasta mí a través del velo
espeso y taciturno de las sombras.
Sálvame con la luz que hay en tus dedos
si me tocan, conjura la desidia,
enciéndeme o abrásame en el tacto
esplendoroso y claro de tus manos.
Como las mariposas de la noche,
hacia la llama iré que tú convocas,
que prefiero quemarme a estar a oscuras.
que tus dedos tanteen el espacio
ciegamente, la oscuridad que envuelve
mi cuerpo; que construyan un camino
y lleguen hasta mí a través del velo
espeso y taciturno de las sombras.
Sálvame con la luz que hay en tus dedos
si me tocan, conjura la desidia,
enciéndeme o abrásame en el tacto
esplendoroso y claro de tus manos.
Como las mariposas de la noche,
hacia la llama iré que tú convocas,
que prefiero quemarme a estar a oscuras.
DEL OLFATO
La vainilla; el espliego;
el verdín; la canela.
A veces un aroma delgado como de agua,
como de nube o lluvia; a veces un violento
perfume que recuerda la piel de una gacela,
el sudor y la sangre de un animal en celo.
Pero siempre, al final, la vainilla, el espliego...
A veces un aroma delgado como de agua,
como de nube o lluvia; a veces un violento
perfume que recuerda la piel de una gacela,
el sudor y la sangre de un animal en celo.
Pero siempre, al final, la vainilla, el espliego...
DE LA VISTA
Para tus ojos.
Para tus ojos fieramente abiertos.
Para tus ojos fijos.
Para tus ojos con caudal de fiebre.
Para tus ojos grandes.
Una orquídea de carne voluptuosa
para tus ojos ávidos
con vocación de abejas.
Para tus ojos fieramente abiertos.
Para tus ojos fijos.
Para tus ojos con caudal de fiebre.
Para tus ojos grandes.
Una orquídea de carne voluptuosa
para tus ojos ávidos
con vocación de abejas.
DEL GUSTO
Hay sal sobre los labios.
En la lengua,
un resto de naufragios y sirenas,
tal vez algas, y el gusto de los fondos
espumosos y verdes del océano.
El sexo siempre sabe a mar de invierno,
a galernas en medio de la noche.
un resto de naufragios y sirenas,
tal vez algas, y el gusto de los fondos
espumosos y verdes del océano.
El sexo siempre sabe a mar de invierno,
a galernas en medio de la noche.
DEL OÍDO
Se levanta tu voz, se
enrosca y se estremece,
serpiente y remolino, se enzarza en mis cabellos,
sube aún, se engrandece, se enajena en rugido
y pierde la noción del trino o la palabra.
Eres otro en tu voz. No conozco a ese hombre
que grita en el placer, delicioso extranjero
que habla lenguas angélicas en una cama impura.
serpiente y remolino, se enzarza en mis cabellos,
sube aún, se engrandece, se enajena en rugido
y pierde la noción del trino o la palabra.
Eres otro en tu voz. No conozco a ese hombre
que grita en el placer, delicioso extranjero
que habla lenguas angélicas en una cama impura.
BUENOS DÍAS, TRISTEZA
A veces llega la tristeza.
Trae
las alas suaves de conformidades,
los ojos bajos y la piel desnuda,
y parece tan fácil entregarse,
despojarse, poner bajo sus plantas
el reino, los poderes y las armas,
el amor sobre todo, y esos últimos
retales que nos quedan de alegría.
A veces gana la tristeza; entonces,
qué lujo de matices su victoria,
qué fasto de sus grises y sus pardos
ocupándolo todo.
Buenos días,
-he de decir-, tristeza, aquí me tienes.
las alas suaves de conformidades,
los ojos bajos y la piel desnuda,
y parece tan fácil entregarse,
despojarse, poner bajo sus plantas
el reino, los poderes y las armas,
el amor sobre todo, y esos últimos
retales que nos quedan de alegría.
A veces gana la tristeza; entonces,
qué lujo de matices su victoria,
qué fasto de sus grises y sus pardos
ocupándolo todo.
Buenos días,
-he de decir-, tristeza, aquí me tienes.
COSAS QUE NO TENDREMOS
Cosas que no tendremos:
Las mañanas de abril
largas de amor y sueño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.
Cosas que me he perdido:
No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.
Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.
No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.
Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.
DESPACIO
Se me apaga tu cuerpo
entre las manos
tan despacio.
Pavesa diminuta, luz efímera
tu amor, aunque me empeñe en sustentarlo.
Tan despacio te pierdo.
Y hasta el dolor que aferro con argucias
se vuelve limitado y manejable.
Tan despacio te pierdo,
con tanta exactitud,
irrevocablemente.
tan despacio.
Pavesa diminuta, luz efímera
tu amor, aunque me empeñe en sustentarlo.
Tan despacio te pierdo.
Y hasta el dolor que aferro con argucias
se vuelve limitado y manejable.
Tan despacio te pierdo,
con tanta exactitud,
irrevocablemente.
EXTRAÑAS FORMAS TIENE EL AMOR...
Extrañas formas tiene el
amor.
Las galas del deseo se nutren
de harapos de desdicha y de frío.
Por debajo del gozo respiran
los días del hastío futuro.
Toda humedad acaba en desierto,
todo cuerpo en ceniza -me dices
cuando aún aletea el placer
por mi piel como un tímido insecto.
Todo acaba -repites.
Te miro
como se mira a un dios cruel y exacto.
De repente me siento muy sola.
Las galas del deseo se nutren
de harapos de desdicha y de frío.
Por debajo del gozo respiran
los días del hastío futuro.
Toda humedad acaba en desierto,
todo cuerpo en ceniza -me dices
cuando aún aletea el placer
por mi piel como un tímido insecto.
Todo acaba -repites.
Te miro
como se mira a un dios cruel y exacto.
De repente me siento muy sola.
LOS LUGARES MARCADOS DONDE
CASI TE TUVE...
Los lugares marcados donde
casi te tuve.
Una playa encendida a orillas del verano,
una mesa en un bar, un alero de sombra,
un camino de tierra oscurecido y solo
donde creció el deseo como una hierba amarga.
Tengo un mapa aprendido de memoria, un pequeño
mapa (apenas tamaño de una gota de lluvia)
señalado con cruces rojas igual que besos.
Una playa encendida a orillas del verano,
una mesa en un bar, un alero de sombra,
un camino de tierra oscurecido y solo
donde creció el deseo como una hierba amarga.
Tengo un mapa aprendido de memoria, un pequeño
mapa (apenas tamaño de una gota de lluvia)
señalado con cruces rojas igual que besos.
MÁSCARAS
Entre todas las gentes a
diario tu rostro
se camufla con gestos comunes. No hay señales
de tus silencios suaves, del temblor de tus labios
debajo de los besos o en la urgencia del sexo.
Máscara de ti mismo, te disfrazas y niegas
el delicado estigma de tu parte más frágil.
Sólo tus ojos siguen, valientes, declarando
la emoción que te vence en la alcoba del agua.
se camufla con gestos comunes. No hay señales
de tus silencios suaves, del temblor de tus labios
debajo de los besos o en la urgencia del sexo.
Máscara de ti mismo, te disfrazas y niegas
el delicado estigma de tu parte más frágil.
Sólo tus ojos siguen, valientes, declarando
la emoción que te vence en la alcoba del agua.
EL EXCESO
He de beberte a sorbos muy
pequeños,
deletrear las frases, hacer alto
después de cada encuentro,
cerrar los libros de las confidencias,
amarte muy despacio, y distanciando
los besos como islas.
deletrear las frases, hacer alto
después de cada encuentro,
cerrar los libros de las confidencias,
amarte muy despacio, y distanciando
los besos como islas.
MÁS DE GEOGRAFÍA
Te buscaré en los mapas,
lentamente palpando las líneas divisorias,
sorteando montañas y estaciones,
descifrando el azul del mar y de los ríos,
lentamente acechando
un nombre que te diga y me alimente,
un resquicio de luz hecha palabra,
ciudad, pueblo, accidente, tal vez tierra.
Volviendo del revés la geografía,
te buscaré, por entre los dibujos
y los signos pintados, lentamente,
sin tregua, sin remedio,
lentamente en los atlas,
sin fe, sin esperanza.
lentamente palpando las líneas divisorias,
sorteando montañas y estaciones,
descifrando el azul del mar y de los ríos,
lentamente acechando
un nombre que te diga y me alimente,
un resquicio de luz hecha palabra,
ciudad, pueblo, accidente, tal vez tierra.
Volviendo del revés la geografía,
te buscaré, por entre los dibujos
y los signos pintados, lentamente,
sin tregua, sin remedio,
lentamente en los atlas,
sin fe, sin esperanza.
TE EXPLICO LA DIFERENCIA
Puedo pasar la vida
contando los exactos lunares de tu vientre,
siguiendo en el espejo tu mirada, ahuyentando
tus fantasmas; si quieres, siéndome un poco tú.
Puedo pasar la vida.
Pero vivir, amor, es mucho más que eso;
es crecer y dormir y envejecer contigo,
reñir y bromear, y no vernos a veces,
o vernos como extraños alguna madrugada.
Es la recia costumbre que de pronto fulgura
con una hermosa lumbre de pasión y demencia.
contando los exactos lunares de tu vientre,
siguiendo en el espejo tu mirada, ahuyentando
tus fantasmas; si quieres, siéndome un poco tú.
Puedo pasar la vida.
Pero vivir, amor, es mucho más que eso;
es crecer y dormir y envejecer contigo,
reñir y bromear, y no vernos a veces,
o vernos como extraños alguna madrugada.
Es la recia costumbre que de pronto fulgura
con una hermosa lumbre de pasión y demencia.
HAS CAMBIADO OTRA VEZ EL
CURSO DE LOS RÍOS...
Has cambiado otra vez el
curso de los ríos
y has hecho trasladarse todas las cordilleras
con sólo la mirada de tus ojos de escarcha
y el roce de tus dedos sobre los mapamundis.
Señor de los amores y de la geografía,
grandísimo truhán y Todopoderoso
inconsciente, ahora tienes que rescribir los libros
y en mi cuerpo desnudo
es tu deber marcar de nuevo las fronteras.
y has hecho trasladarse todas las cordilleras
con sólo la mirada de tus ojos de escarcha
y el roce de tus dedos sobre los mapamundis.
Señor de los amores y de la geografía,
grandísimo truhán y Todopoderoso
inconsciente, ahora tienes que rescribir los libros
y en mi cuerpo desnudo
es tu deber marcar de nuevo las fronteras.
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