LAS BREVES PALABRAS - XIX




LA PATRIA


Mis breves palabras de hoy las decidió un acogedor sol invernal que iluminaba un cielo nítido. Entonces recordé unas palabras de CICERÓN, el escritor y político de la antigua Roma: “Donde quiera que se esté bien, allí está la Patria”. Y sentí que ese breve y transitorio espacio de sol entre el suelo y el cielo era mi Patria, la de ese momento.

Es que nunca he pensado que mi lugar de nacimiento sea el mejor del planeta por ser mi lugar de nacimiento. Y porque siempre he considerado que nacemos sin poder elegir lugar ni familia, y tanto podemos aparecer en un inhóspito desierto como en un paradisíaco vergel; en medio de una guerra o en una comunidad de paz y tolerancia; rechazados o sobreprotegidos; solos o formando parte de una multitud familiar; en las Islas Célebes, en Nepal, en Argentina o en España. 

A mí me tocó Argentina y mi infancia adoptó olores, nombres, palabras y sentidos, tonos, paisajes y sonidos. Hasta que un día necesité asomarme a los límites de ese primer espacio, indagar otros horizontes, escuchar palabras nuevas, sorprenderme con otros paisajes y percibir sonidos diferentes. Y la nostalgia de lo vivido no impidió mi búsqueda y mi imprescindible deseo de conocer y aprender.

Aprendí que yo era, ante todo, una persona con capacidad de adaptación y posibilidad de elegir. Elegí que mi patria eran muchas patrias y que ellas y yo podíamos habitarnos en armonía.

También intuí que seguramente habría para mí un lugar en el mundo que respondiese a todas mis expectativas, o que todas mis expectativas podrían ser la suma de lugares diversos e imprevisibles. Al fin comprendí que hoy, aquí, ahora, estoy viviendo mi lugar y mi tiempo en el mundo. Nunca me he sentido ni me siento extranjero en ninguna de mis patrias y sólo lo soy para aquellos que deciden clasificarme así, con reparos, con desconfianza.

Decía la filósofa contemporánea HANNAH ARENDT: “Nunca en mi vida he amado a ningún pueblo ni colectivo… El único género de amor que conozco y en el que creo es el amor a las personas.”

Agrego a esta reflexión que no creo que haya países mejores o peores, porque en realidad las fronteras siempre han sido arbitrarias o interesadas. Tampoco creo que haya grupos humanos mejores o peores pues siempre estarán compuestos por todo tipo de individuos, positivos y negativos. Sí sé que se puede coincidir más con unas idiosincrasias que con otras, que podemos identificarnos más con unas realidades que con otras, pero considerar que todos los habitantes de un país o incluso de un continente puedan responder a un prototipo me parece una  valoración muy superficial.

Coincido con Hannah Arendt en que lo que importa son las personas, y afirmo que para mí las nacionalidades, las culturas, las religiones y mucho menos las razas, no les agregan ni quitan ningún valor específico a las personas.

Soy feliz por pertenecer a todos los lugares en los que he vivido, vivo y viviré. De lo contrario estaría negando mi existencia.

Me encantan las ideas, las filosofías, las artes y las costumbres diversas que no pretenden imponerse ni prevalecer unas sobre otras; que se complementan y se enriquecen mutuamente porque se respetan y se valoran.

De modo que me encantan las personas abiertas que no necesitan discriminar, que no temen las diferencias, que no se suponen mejores.
En todas las patrias hay seres nobles y corruptos, sensibles e indiferentes, solidarios y egoístas, irresponsables y comprometidos, comprensivos e intolerantes, toscos y delicados.
En todas partes habrá momentos para ser feliz, para amar a las personas y ser amado, para sentirse pleno y agradecido a la vida.




 José Mujica 
 
El personaje que he elegido para destacar hoy es el presidente de Uruguay, JOSÉ MUJICA, de 77 años, un insólito ejemplo de coherencia y honestidad política, pues continúa viviendo en una modesta finca en las afueras de Montevideo, evitando cualquier tipo de protocolo y, además, y esto es lo más llamativo, donando el 90 por ciento de su sueldo para obras sociales.

Utiliza un simple Chevrolet Corsa como transporte oficial y su antiguo Volkswagen de 1987 es su único patrimonio personal, ya que la modesta finca en la que habita desde siempre es propiedad de su esposa, la senadora Lucía Topolansky, quién también dona la mayor parte de su sueldo.
Sin cuentas bancarias, tarjetas de crédito ni deudas, dice dormir tranquilo, espera terminar su mandato para retirarse a descansar y piensa donar gran parte de su futura jubilación presidencial.

Les he hablado de José Mujica, el presidente de Uruguay, un hombre comprometido con el cambio que todos necesitamos para crear un mundo mejor.   
  






  Idea Vilariño


Las poesías de hoy son de la poeta y ensayista, también uruguaya, IDEA VILARIÑO, nacida en Montevideo en 1920 y fallecida en 2009.
  


             CASI TODAS LAS VECES


Conozco tu ternura
como la misma palma de mi mano.
A veces entre sueños la recuerdo
como si ya la hubiese perdido alguna vez.
Casi todas las noches
casi todas las veces que me duermo
en ese mismo instante
tú con tu grave abrazo me confinas
me rodeas
me envuelves en la tibia caverna de tu sueño
y apoyas mi cabeza sobre tu hombro.
  


              O FUERON NUEVE

 
Tal vez tuvimos sólo siete noches
no sé
no las conté
cómo hubiera podido.
Tal vez no más que seis
o fueron nueve.
No sé
pero valieron
como el más largo amor.
Tal vez
de cuatro o cinco noches como ésas
pero precisamente como ésas
tal vez
pueda vivirse
como de un largo amor
toda una vida.
  


              EL AMOR

 
Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorjea al oído
y le gorjeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me deshace
lo rompo
me ayuda
lo levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio de amor
y desatado
gime su voz y gimo
ríe y río
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
- no se trata de amor-
damos la vida y
me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo.



LO QUE SIENTO POR TI


Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.
Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.
Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.
Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.



ESO


Mi cansancio
mi angustia
mi alegría
mi pavor
mi humildad
mis noches todas
mi nostalgia del año
mil novecientos treinta
mi sentido común
mi rebeldía.
Mi desdén
mi crueldad y mi congoja
mi abandono
mi llanto
mi agonía
mi herencia irrenunciable y dolorosa
mi sufrimiento
en fin
mi pobre vida.



YA NO


Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú.
Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.



QUÉ LÁSTIMA


Qué lástima
que sea sólo esto
que quede así
no sirva más
esté acabado
venga a parar en esto.
Qué lástima que no
pudiéramos
sirviéramos
que no sepamos ya
que ya no demos más
que estemos ya tan secos.
Qué lástima
qué lástima
estar muertos
faltar
a tan hondo deber
a tan preciada cita
a un amor tan seguro.



Y QUÉ


Tomo tu amor
y qué
te doy mi amor
y qué
tendremos tardes noches
embriagueces
veranos
todo el placer
toda la dicha
toda la ternura.
Y qué.
Siempre estará faltando
la honda mentira
el siempre.



ADIÓS


Adiós.
Salgo como de un traje
estrecho y delicado
difícilmente
un pie
después despacio
el otro.
Salgo como de bajo
un derrumbe
arrastrándome
sorda al dolor
deshecha la piel
y sin ayuda.
Salgo penosamente
al fin
de ese pasado
de ese arduo aprendizaje
de esa agónica vida.



NO HAY NADIE


No estoy
no esperes más
hace tiempo me he ido
no busques
no preguntes
no llames que no hay nadie.
Es una loca brisa de otros días
que gime
es un pañuelo al viento
que remeda señales.
No llames
no destroces tu mano
golpeando
no grites no preguntes
que no hay nadie
no hay nadie.



TE ESTOY LLAMANDO


Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.
Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
Desde una noche ciega
desde olvido
desde horas cerradas
en lo solo
sin lágrimas ni amor
te estoy llamando
como a la muerte
amor
como a la muerte.



LA CANCIÓN


Hoy que el tiempo ya pasó,
hoy que ya pasó la vida,
hoy que me río si pienso,
hoy que olvidé aquellos días,
no sé porqué me despierto
algunas noches vacías,
oyendo una voz que canta
y que tal vez es la mía.
Quisiera morir ahora de amor
para que supieras cómo y cuánto te quería.
Algunas noches de paz,
si es que las hay todavía,
pasando como sin mí
por esas calles vacías,
entre la sombra acechante
y un triste olor de glicinas,
escucho una voz que canta
y que tal vez es la mía.
Quisiera morir ahora de amor
para que supieras cómo y cuánto te quería.






.
 

1 comentario:

  1. Pilar Rodríguez Fernández23 abril, 2015

    26 de noviembre de 2014

    De momento, me ha encantado lo que dices de la patria por la sencillez con la que está escrito y por las verdades que contiene.
    He de decir que me da envidia -sana o malsana, da igual- que puedas expresar tan bien algo tan aparentemente simple y emotivo.
    No esperaba menos de mi profe.
    Continuaré...
    Besitos.

    ResponderEliminar