LA PATRIA
Mis breves palabras de hoy
las decidió un acogedor sol invernal que iluminaba un cielo nítido. Entonces recordé
unas palabras de CICERÓN, el escritor y político de la antigua Roma: “Donde quiera
que se esté bien, allí está la Patria”. Y sentí que ese breve y transitorio
espacio de sol entre el suelo y el cielo era mi Patria, la de ese momento.
Es que nunca he pensado
que mi lugar de nacimiento sea el mejor del planeta por ser mi lugar de nacimiento.
Y porque siempre he considerado que nacemos sin poder elegir lugar ni familia,
y tanto podemos aparecer en un inhóspito desierto como en un paradisíaco
vergel; en medio de una guerra o en una comunidad de paz y tolerancia;
rechazados o sobreprotegidos; solos o formando parte de una multitud familiar;
en las Islas Célebes, en Nepal, en Argentina o en España.
A mí me tocó Argentina y
mi infancia adoptó olores, nombres, palabras y sentidos, tonos, paisajes y
sonidos. Hasta que un día necesité asomarme a los límites de ese primer
espacio, indagar otros horizontes, escuchar palabras nuevas, sorprenderme con otros
paisajes y percibir sonidos diferentes. Y la nostalgia de lo vivido no impidió
mi búsqueda y mi imprescindible deseo de conocer y aprender.
Aprendí que yo era, ante
todo, una persona con capacidad de adaptación y posibilidad de elegir. Elegí
que mi patria eran muchas patrias y que ellas y yo podíamos habitarnos en
armonía.
También intuí que
seguramente habría para mí un lugar en el mundo que respondiese a todas mis
expectativas, o que todas mis expectativas podrían ser la suma de lugares
diversos e imprevisibles. Al fin comprendí que hoy, aquí, ahora, estoy viviendo
mi lugar y mi tiempo en el mundo. Nunca me he sentido ni me siento extranjero en
ninguna de mis patrias y sólo lo soy para aquellos que deciden clasificarme
así, con reparos, con desconfianza.
Decía la filósofa
contemporánea HANNAH ARENDT: “Nunca en mi vida he amado a ningún pueblo ni
colectivo… El único género de amor que conozco y en el que creo es el amor a
las personas.”
Agrego a esta reflexión
que no creo que haya países mejores o peores, porque en realidad las fronteras
siempre han sido arbitrarias o interesadas. Tampoco creo que haya grupos
humanos mejores o peores pues siempre estarán compuestos por todo tipo de
individuos, positivos y negativos. Sí sé que se puede coincidir más con unas
idiosincrasias que con otras, que podemos identificarnos más con unas
realidades que con otras, pero considerar que todos los habitantes de un país o
incluso de un continente puedan responder a un prototipo me parece una valoración muy superficial.
Coincido con Hannah Arendt
en que lo que importa son las personas, y afirmo que para mí las
nacionalidades, las culturas, las religiones y mucho menos las razas, no les
agregan ni quitan ningún valor específico a las personas.
Soy feliz por pertenecer a
todos los lugares en los que he vivido, vivo y viviré. De lo contrario estaría
negando mi existencia.
Me encantan las ideas, las
filosofías, las artes y las costumbres diversas que no pretenden imponerse ni
prevalecer unas sobre otras; que se complementan y se enriquecen mutuamente
porque se respetan y se valoran.
De modo que me encantan
las personas abiertas que no necesitan discriminar, que no temen las
diferencias, que no se suponen mejores.
En todas las patrias hay
seres nobles y corruptos, sensibles e indiferentes, solidarios y egoístas, irresponsables
y comprometidos, comprensivos e intolerantes, toscos y delicados.
En todas partes habrá
momentos para ser feliz, para amar a las personas y ser amado, para sentirse
pleno y agradecido a la vida.
José Mujica
El personaje que he
elegido para destacar hoy es el presidente de Uruguay, JOSÉ MUJICA, de 77 años,
un insólito ejemplo de coherencia y honestidad política, pues continúa viviendo
en una modesta finca en las afueras de Montevideo, evitando cualquier tipo de
protocolo y, además, y esto es lo más llamativo, donando el 90 por ciento de su
sueldo para obras sociales.
Utiliza un simple
Chevrolet Corsa como transporte oficial y su antiguo Volkswagen de 1987 es su
único patrimonio personal, ya que la modesta finca en la que habita desde
siempre es propiedad de su esposa, la senadora Lucía Topolansky, quién también
dona la mayor parte de su sueldo.
Sin cuentas bancarias,
tarjetas de crédito ni deudas, dice dormir tranquilo, espera terminar su
mandato para retirarse a descansar y piensa donar gran parte de su futura
jubilación presidencial.
Les he hablado de José Mujica,
el presidente de Uruguay, un hombre comprometido con el cambio que todos
necesitamos para crear un mundo mejor.
Idea Vilariño
Las poesías de hoy son de la
poeta y ensayista, también uruguaya, IDEA VILARIÑO, nacida en Montevideo en
1920 y fallecida en 2009.
CASI TODAS LAS VECES
Conozco tu ternura
como la misma palma de mi mano.
A veces entre sueños la recuerdo
como si ya la hubiese perdido alguna vez.
Casi todas las noches
casi todas las veces que me duermo
en ese mismo instante
tú con tu grave abrazo me confinas
me rodeas
me envuelves en la tibia caverna de tu sueño
y apoyas mi cabeza sobre tu hombro.
O FUERON NUEVE
Tal vez tuvimos sólo siete noches
no sé
no las conté
cómo hubiera podido.
Tal vez no más que seis
o fueron nueve.
No sé
pero valieron
como el más largo amor.
Tal vez
de cuatro o cinco noches como ésas
pero precisamente como ésas
tal vez
pueda vivirse
como de un largo amor
toda una vida.
EL AMOR
Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorjea al oído
y le gorjeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me deshace
lo rompo
me ayuda
lo levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio de amor
y desatado
gime su voz y gimo
ríe y río
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
- no se trata de amor-
damos la vida y
me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo.
LO QUE SIENTO POR TI
Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.
Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.
Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.
Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda
tanto que a veces no te llega.
ESO
Mi cansancio
mi angustia
mi alegría
mi pavor
mi humildad
mis noches todas
mi nostalgia del año
mil novecientos treinta
mi sentido común
mi rebeldía.
Mi desdén
mi crueldad y mi congoja
mi abandono
mi llanto
mi agonía
mi herencia irrenunciable y dolorosa
mi sufrimiento
en fin
mi
pobre vida.
YA NO
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú.
Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No
te veré morir.
QUÉ LÁSTIMA
Qué lástima
que sea sólo esto
que quede así
no sirva más
esté acabado
venga a parar en esto.
Qué lástima que no
pudiéramos
sirviéramos
que no sepamos ya
que ya no demos más
que estemos ya tan secos.
Qué lástima
qué lástima
estar muertos
faltar
a tan hondo deber
a tan preciada cita
a
un amor tan seguro.
Y QUÉ
Tomo tu amor
y qué
te doy mi amor
y qué
tendremos tardes noches
embriagueces
veranos
todo el placer
toda la dicha
toda la ternura.
Y qué.
Siempre estará faltando
la honda mentira
el
siempre.
ADIÓS
Adiós.
Salgo como de un traje
estrecho y delicado
difícilmente
un pie
después despacio
el otro.
Salgo como de bajo
un derrumbe
arrastrándome
sorda al dolor
deshecha la piel
y sin ayuda.
Salgo penosamente
al fin
de ese pasado
de ese arduo aprendizaje
de
esa agónica vida.
NO HAY NADIE
No estoy
no esperes más
hace tiempo me he ido
no busques
no preguntes
no llames que no hay nadie.
Es una loca brisa de otros días
que gime
es un pañuelo al viento
que remeda señales.
No llames
no destroces tu mano
golpeando
no grites no preguntes
que no hay nadie
no
hay nadie.
TE ESTOY LLAMANDO
Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.
Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
Desde una noche ciega
desde olvido
desde horas cerradas
en lo solo
sin lágrimas ni amor
te estoy llamando
como a la muerte
amor
como
a la muerte.
LA CANCIÓN
Hoy que el tiempo ya pasó,
hoy que ya pasó la vida,
hoy que me río si pienso,
hoy que olvidé aquellos días,
no sé porqué me despierto
algunas noches vacías,
oyendo una voz que canta
y que tal vez es la mía.
Quisiera morir ahora de amor
para que supieras cómo y cuánto te quería.
Algunas noches de paz,
si es que las hay todavía,
pasando como sin mí
por esas calles vacías,
entre la sombra acechante
y un triste olor de glicinas,
escucho una voz que canta
y que tal vez es la mía.
Quisiera morir ahora de amor
para que supieras cómo y cuánto te quería.
.
26 de noviembre de 2014
ResponderEliminarDe momento, me ha encantado lo que dices de la patria por la sencillez con la que está escrito y por las verdades que contiene.
He de decir que me da envidia -sana o malsana, da igual- que puedas expresar tan bien algo tan aparentemente simple y emotivo.
No esperaba menos de mi profe.
Continuaré...
Besitos.